Por Maria Peraza20 Oct, 20255 minutos de lectura 51 vistas
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El legendario bajista estadounidense Anthony Jackson, figura clave del jazz fusión y pionero del bajo de seis cuerdas, falleció el 19 de octubre de 2025 a los 73 años. Su pérdida deja un vacío en el mundo de la música, tanto por su virtuosismo técnico como por su influencia en varias generaciones de instrumentistas.
NEW YORK – Nacido el 23 de junio de 1952 en la ciudad de Nueva York, Anthony Claiborne Jackson se convirtió en una de las figuras más influyentes del bajo eléctrico en la música moderna.
Su trayectoria comenzó como músico de sesión —con cientos de trabajos y participación en miles de grabaciones—, lo que le permitió colaborar con artistasde estilos tan diferentes como Madonna, Chaka Khan, Paul Simon, Al Di Meola, la banda de fusión Steely Dan, y en diversos otros proyectos.
Uno de sus grandes aportes a la música fue la conceptualización y difusión del bajo de seis cuerdas (o “contrabass guitar”), un instrumento que redefinió las posibilidades del bajo eléctrico más allá del rol tradicional de acompañamiento, al permitir líneas melódicas complejas, registros más amplios y una voz propia dentro de la propuesta jazz/fusión/pop.
Su influencia se dejó sentir de manera especialmente notable en el ámbito del jazz-fusión, donde compartió escenario y estudio con músicos como Al Di Meola, quien lo definió como “uno de los músicos más extraordinarios con los que he tenido el honor de tocar”.
A lo largo de su carrera, Jackson también se destacó por su versatilidad: cruzó géneros, contribuyó en discos emblemáticos, exploró la experimentación sonora y logró un sonido único que elevó al bajo a un protagonismo mayor, por momentos, eclipsando a la guitarra. Su paso por el estudio de grabación y los escenarios dejó huellas permanentes en la música contemporánea.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por la empresa de instrumentos Fodera, que colaboró estrechamente con él en el diseño y producción de sus bajos personalizados. En su comunicado, la firma lo calificó como “uno de los más visionarios e influyentes bajistas en la historia de nuestro instrumento”.
Tras sufrir un infarto hace algunos años, se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson, lo que limitó su capacidad de permanecer de pie durante largos periodos. Esta condición neurológica afectó su coordinación y control motor, por lo que tocar de pie se convirtió en algo demasiado exigente o arriesgado. Fue este el motivo por el que decidió sentarse en una silla o sillón en cualquier escenario sobre el que tocara, para poder concentrarse en la música. A pesar de su enfermedad, Jackson se mantuvo activo hasta sus últimos días, dando conciertos y participando en proyectos de estudio.
Anthony Jackson, no solo por su destreza técnica, sino por su valor transformador dentro del panorama musical, deja un legado que representa el puente entre tradición y vanguardia, entre virtuosismo y sensibilidad, y recuerda la importancia de los intérpretes cuya labor a veces queda fuera del foco principal, pero sin los cuales la música que no sería la misma.
La casa de subastas Bonhams ha anunciado una ambiciosa venta de colecciones del recordado actor Gene Hackman, fallecido en febrero de 2025 a los 95 años. En la puja se incluyen trofeos, relojes, obras de arte –algunas creadas por el propio Hackman– y numerosos objetos de su vida privada y profesional.
La obra titulada Naturaleza muerta con guitarra (1919), valorada en 600.000 €, fue localizada por la Policía Nacional en Madrid tras su desaparición en el traslado hacia una exposición en Granada. Las pesquisas apuntan a que la pieza nunca abandonó un edificio de la capital española.
En toda muestra de arte moderno, cada vez más visitantes experimentan un particular sentimiento al estar frente a una instalación, una obra abstracta o una pieza provocadora. Y solo atinan a preguntarse — ¿y esto qué es?