Una feria con ambición renovada
En un momento en que el mundo del arte sigue convulsionado y expectante de noticias ante el robo de joyas históricas del Louvre, la afamada feria Art Basel aparece esta edición —nada menos que en París— con una voluntad clara de marcar diferencia: participar no solo como mercado, sino como ventana de exploración artística. La organización agrupa los expositores en tres grandes sectores —Galeries, Emergence y Premise— que permiten desde la presentación de nombres consagrados hasta apuestas de jóvenes creadores.
La cifra de galerías sitúa el nivel del evento: se han anunciado 206 expositores de 41 países, incluidos 25 que participan por primera vez. Además, más de un tercio de las galerías tienen sede o espacio en París, lo que refuerza la relevancia local, pero de alcance global, del certamen.

París como escenario y plataforma
La elección del Grand Palais no es solo estética: representa un gesto simbólico. El edificio, recientemente restaurado, vuelve a acoger grandes eventos; y para esta edición de la feria se emplea como escenario ambicioso que combina la magnificencia arquitectónica con la vanguardia artística.
Además, la programación pública de la feria trasciende los muros del recinto: se han anunciado colaboraciones con instituciones culturales para llevar obras y actividades al espacio urbano de París, para mejorar aún más la experiencia a los visitantes, más allá del circuito de galerías y compradores.
Entre las galerías presentes en el Grand Palais hay representantes de Latinoamérica, como la mexicana Labor, y brasileñas, como Fortes D’Aloia & Gabriel o A Gentil Carioca. También hay españolas como Prats Nogueras Blanchard, Mira Madrid o y Cibrián, entre otras.
Serán exhibidas innumerables obras que van desde cuadros del español Joan Miró a creaciones del francés JR, pasando por creadores americanos como Man Ray o Andy Warhol.

En el contexto de lo acontecido
Todo esto está teniendo lugar mientras la capital francesa trata de entender todavía las consecuencias del cinematográfico robo ocurrido en el Louvre hace menos de una semana.
Al respecto, el director de la feria, Clément Delépine expresó:
“Tengo confianza en que las joyas sean encontradas (...) Los robos en los museos no son algo nuevo. ‘El grito’ de [Edvard] Munch fue robado, en las circunstancias que sabemos, y esto ocurre todo el tiempo. Contra la delincuencia organizada y contra la gran crimen organizado es extremadamente difícil de organizarse, sean cuales sean los niveles de seguridad”.
Algo más que un evento comercial
Esta edición de Art Basel Paris subraya un fenómeno relevante: la convergencia entre el arte, el mercado y la ciudad. Cuando una feria aspira no solo a mostrar obras, sino a activar la ciudad, se convierte en algo más que un evento comercial: se vuelve parte integrante del tejido cultural urbano. En tiempos en que las fronteras entre creación, espectáculo y negocio están difuminadas, asistir —o al menos observar desde la distancia— a esta feria permite captar hacia dónde se dirige el arte contemporáneo, qué prioridades se perfilan (jóvenes talentos, diálogos transdisciplinarios, globalización) y cómo las ciudades culturalmente activas reclaman su lugar en ese escenario. París no es solo sede: es argumento de la experiencia artística que propone esta edición.
Con información e imágenes de:
Art Basel
Arte por Excelencias
The Art Newspaper
Artsy