El ambiente del festival
Este año el Oktoberfest se desplegó en el terreno de Theresienwiese, cuya extensión total alcanza unas 34,5 hectáreas. Y ya en el primer fin de semana del festival se registraron alrededor de 900,000 visitantes.
En tiempos recientes, el evento ha congregado entre 6 y 7 millones de asistentes en sus días de duración. En cuanto a proveedores, se contó con 468 participantes autorizados, entre atracciones de feria (238) y puestos de comida y bebida (36).
Respecto al consumo, los precios de la cerveza oscilaron entre €10 y €15 por “Maß” (litro grande), y en los momentos de mayor afluencia este coste fue más elevado.

El evento ha llegado a recibir 7,2 millones de visitantes, en el año 2023, y se ha servido un máximo de 7,92 millones de litros de cerveza en 2011, lo que fue un récord de consumo.
Suspensión por amenaza y repercusiones
El miércoles 1 de octubre, el recinto del Oktoberfest fue cerrado temporalmente tras la recepción de una amenaza de bomba, asociada a un incendio en una vivienda en el norte de Múnich.
Las autoridades desplegaron un operativo de revisión del lugar, rastreo de explosivos y control de seguridad. Luego de las verificaciones, el festival reabrió a las 17:30 h (hora local).
Este hecho generó una merma en las operaciones de comercio, reservas y asistencia durante esas horas críticas, lo que podría traducirse en pérdidas económicas para los organizadores del festival.

Turismo, proyección global y significados culturales
- Datos de reservas hoteleras indican un auge notable de visitantes internacionales, especialmente desde países como Portugal, Reino Unido y Austria, lo que subraya la dimensión global del evento.
- Aun con incrementos en la demanda global, los organizadores notaron que algunos días presentaron cierres temporales de acceso por exceso de afluencia, una medida de control ante saturaciones.
- Culturalmente, el Oktoberfest sigue siendo un símbolo potente de la identidad bávara: música tradicional, gastronomía local, atuendos típicos (dirndl y lederhosen), rituales como el “O’zapft is” —acto de abrir el primer barril— y los desfiles de rifles tradicionales, que en esta edición cerraron el festival con saludo al viejo estilo.
- No obstante, el evento también enfrenta retos contemporáneos: presiones inflacionarias en costos de insumos como la cerveza, tendencias decrecientes del consumo de alcohol en Alemania y la necesidad de reforzar protocolos de seguridad ante eventos disruptivos.
Con información e imágenes de:
Oktoberfest.de
AP News
The Washington Post